El Colegio Profesional de Economistas de Almería ha inaugurado esta semana un ciclo de actividades de networking bajo el nombre de ‘Economistas Talks’, con el que analizar distintos temas de actualidad para, a continuación, desarrollar en un ambiente distendido un debate y conversación entre colegas profesionales. Una cita realizada tanto en formato presencial como online que tuvo en ‘La Inteligencia Artificial aplicada a las empresas’ la primera de sus sesiones. Corrió a cargo de Cristóbal Bonillo, gerente de Seyte, empresa tecnológica almeriense dedicada a promocionar soluciones de gestión empresarial a pymes, que fue presentado por la tesorera del Colegio, Mercedes Rico Morales, que desgranó en su comienzo esos principios fundacionales de ‘Economistas Talks’.

El encuentro fue una provechosa piedra de toque para introducirse en la materia a través de casos de éxito, oportunidades y beneficios, aplicaciones prácticas, tecnologías al alcance de las empresas y los retos y consideraciones que hay que tener en cuenta a la hora de adoptar la Inteligencia Artificial en las empresas.

En palabras de Cristóbal Bonillo, “les he querido trasladar una motivación para que conozcan qué es la Inteligencia Artificial y cómo se puede aplicar en todos los sectores empresariales, por eso podemos hacerlo con una doble visión, desde la propia profesión del economista como para los muchos sectores en los que trabaja este profesional cuya capilaridad por todos los sectores de la economía es global”.

En este sentido, apunta Bonillo que “lo más relevante es la inteligencia generativa, que es la que conocemos más, aunque hay muchas cosas y es un mundo que va tan rápido que en un año he tenido que cambiar siempre las presentaciones”.

La Inteligencia Artificial puede representar un ahorro de tiempo muy significativo en muchos procesos. “Todo lo que sea tratamiento de texto para extraer información, sobre todo cuando se trabaja con una documentación muy extensa, es un avance inmenso. Un humano puede localizar en su búsqueda la información que precisa pasado determinado tiempo pero eso aquí se facilita, extrae la información de manera más rápida o eficiente, y con la posibilidad de hacerle preguntas en base a esa extracción”.

En un caso práctico más evidente, “por ejemplo, cuando se ayuda a las empresas en periodos de fusión o adquisición, que hay procesos que llevan mucho tiempo y con una documentación muy extensa. Comprobar si ha desaparecido algo de una versión a otra no es tan sencillo, le puedes decir al sistema que te lo detecte. O que te perfile una previsión de presupuesto en base a incrementos o decrecimientos en determinadas partidas que le sugieras”.

Sobre la fiabilidad o no de los resultados, Cristóbal Bonillo explica que “no hay que perder de vista también que el sistema va aprendiendo y a veces puede determinar ‘alucinaciones’ que se llama y hay que ir contrastando para estar seguro, pero es una ayuda muy importante. De hecho se trabaja con ella con test de efectividad de rendimiento. Esto se realiza incluyendo en un texto extenso de una temática determinada, un fragmento que no tiene nada que ver y al preguntarle por esos textos engañosos lo detecta enseguida. Todo va tan rápido que en cuestión de meses hay muchas variaciones y avances”.

Esta fiabilidad mejorada, el reto de su integración con sistemas de robótica o el desafío que puede representar para el empleo o para el propio desarrollo intelectual del ser humano fueron otros aspectos debatidos en un interesante ‘Economistas Talks’.