“Intento centralizar toda la gestión nacional de mi empresa en Almería, poniendo en valor el talento almeriense”, Miguel Ángel González García
El Economista del Año para el Colegio Profesional de Economistas nos atiende en las Instalaciones de Alborán Formación en la capital almeriense y analiza su premio y la actualidad de la provincia
El reconocimiento no es casualidad. Miguel Ángel González García, el Economista del Año en Almería, nos da sus impresiones sobre la concesión de este galardón y analiza la situación actual de la provincia de Almería. Con una amplia experiencia en la dirección de centros de formación y una pasión inquebrantable por su provincia, nos abre las puertas de su mundo para conocer de cerca su labor y su visión sobre el futuro de la formación. Nos recibe en sus instalaciones en la capital almeriense, ubicadas en la Avenida del Mediterráneo, con gran alegría por su nombramiento y con unas vistas inmejorables de la ciudad desde las que, el propio Miguel Ángel, imagina el futuro de su empresa y el de toda una provincia.
- En primer lugar, felicidades por el premio. ¿Cómo se siente al ser reconocido como el Economista del Año por el Colegio de Economistas de Almería? Me siento muy honrado. Para mí es un honor el recibir este reconocimiento y también un orgullo porque conozco bien al tejido empresarial almeriense, así como a muchísimos economistas que tienen un extraordinario talento y poder ser seleccionado entre todos ellos y el hecho de que sean tus propios compañeros los que reconozcan tu trabajo lo valoro muchísimo.
- ¿Podría contarnos un poco sobre su trayectoria profesional? ¿Cómo fueron sus inicios? Llevo 25 años como director de centro de formación y ahora en noviembre hace doce años y medio que constituimos Alborán Formación tras otros doce años y medio trabajando en la empresa privada. Tras tres meses en el desempleo, lo más importante para mí era hacer un plan de empresa adecuado para abrirme nuevos caminos y creí que era el momento oportuno de vivir la experiencia como empresario, aprovechando mi experiencia y mis conocimientos. Era el momento de subirse al tren que pasaba por ese instante, el de ser empresario. La coyuntura en la que comencé a emprender en el mundo de la formación no fue la más adecuada, porque justo en 2012, cuando se constituye Alborán Formación, se paraliza toda la formación en Andalucía y estuvo cinco años paralizada sin financiación pública para el desarrollo de planes de formación. Durante ese periodo de tiempo trabajamos muchísimo en el desarrollo de planes de formación para empresas privadas y tuve que salir de mi zona de ‘confort’ y trabajar en otras provincias tales como Málaga, Granada o Jaén. Al salir de la provincia detectamos una necesidad y comenzamos a extendernos para poder tener posibilidades, así que decidimos ir a Madrid en 2014 para convertirnos en un centro de formación estatal y en 2016 comenzamos nuestros primeros proyectos de formación en la capital.
- ¿Qué momentos o proyectos destacaría como los más importantes o influyentes en su carrera? Los cinco primeros años que comenté anteriormente en los que había paralización total de la formación en Andalucía y, también, la pandemia del COVID puede ser un gran punto de inflexión, fue sin duda un tsunami para el tema de la formación porque toda la gente estaba en casa y la formación online tuvo un gran impulso y, del mismo modo, la administración estuvo muy ágil en ese momento porque nos permitió que la formación presencial la pudiésemos hacer por videoconferencia. Nosotros, al igual que muchos sectores, tuvimos que dar pasos agigantados en cuanto a la digitalización de nuestros sistemas para poder dar esa formación de manera online y poder adaptar nuestra propia infraestructura de gestión de forma telemática. Esto es clave porque nos permite que, estando en varias ubicaciones geográficas del territorio nacional, podamos llevar a cabo reuniones y formaciones de manera simultánea. En lugar de quedarnos parados a esperar que todo terminase, vimos la oportunidad y fuimos de los primeros centros de toda España en aplicar la aula virtual – formación por videconferencia – que, en ese momento, era lo que exigía el contexto y adaptamos toda nuestra metodología para seguir funcionando y para que las personas pudiesen seguir formándose desde casa. El volumen de formación que nos vino con la pandemia nos hizo estar a la vanguardia y entre los líderes del sector.
- Su perfil combina economía e informática, dos disciplinas que se entrelazan cada vez más. ¿Cómo ve usted la convergencia entre estas áreas en la economía moderna? Actualmente, desarrollamos sistemas informáticos con el objetivo de comercializarlo dentro del sector, abrirse nuevas vías es capital. En mis orígenes, además, también me he dedicado a la consultoría informática y a la implementación de sistemas. De hecho, estamos llevando a cabo la implementación de sistemas informáticos y CRM en nuestra propia organización y que, adaptados de forma muy vertical para nuestro sector, podamos comercializarlos. Por otro lado, también es muy importante el avance tecnológico de los últimos años dentro de la administración ya que la relación de forma telemática facilita mucho las cosas.
- ¿Qué papel cree que juegan los datos y la inteligencia artificial en la toma de decisiones económicas actuales? Tienes que tener en cuenta la competencia de gestión económica, tu visión global y centrarte en tus objetivos, además de tener un equipo con un perfil amplio de conceptos que van desde la economía, la empresa o la pedagogía. La inteligencia artificial va a revolucionar muchísimo la comunicación con nuestros alumnos. Ayudará también al profesor en su relación con el estudiante y la docencia a través de herramientas muy potentes. Del mismo modo, para el profesor es de una gran ayuda a la hora de seleccionar cuáles son las preguntas más complicadas, las que más fallos tienen o las competencias que debes de adquirir a través de una formación determinada. Sin duda, va a tener impacto brutal y hay que tener esa capacidad de adaptación para mantenerse en el sector de forma competitiva. Al final, también son una herramienta de apoyo para la toma de decisiones en cualquier sector.
- Desde su experiencia, ¿cuáles considera que son los principales retos tecnológicos que enfrenta la economía actual? Hemos pasado de la revolución industrial a una revolución digital que ofrece grandes diferencias entre las personas que son neonatos digitales y las que no. Además, estamos inmersos en una era de profundos cambios y de desarrollo de conceptos como la economía circular y también va a haber una revolución de personas a nivel de migración porque necesitamos que vengan de otros países y esto también será un reto, sin duda. A nivel tecnológico pienso que es un tren en marcha al que hay que subirse para no quedarse atrás y mantenerse competitivo, adaptarse a los cambios, que cada vez son más rápidos, es capital, para mí este es el principal reto. Además, en informática y tecnología nos encontramos cambios con una velocidad vertiginosa. Por ejemplo, las redes sociales que en muy poco tiempo han revolucionado el ámbito de la comunicación de manera brutal y siguen en continuo movimiento. En cuanto Almería, nos encontramos en una situación geográfica en la que estamos muy discriminados por nuestras comunicaciones. Es cierto que hay reuniones que, por su naturaleza, pueden llevarse a cabo por videollamada, pero, por el contrario, hay otras que necesitan de la presencialidad. En este sentido, estamos ampliamente agravados comparativamente con otros territorios que están muy cerca y que tienen unas ventajas competitivas gracias a sus comunicaciones.
- Al observar el panorama económico actual, ¿qué aspectos le preocupan más y cuáles le generan optimismo? Si me centro en lo nacional, los aspectos que más me preocupan es que no tenemos una estabilidad política para sacar adelante las cosas que necesitamos como país, como, por ejemplo, unos presupuestos. En el futuro, y ya en el presente, la capacidad de adaptación constante al contexto es vital, siempre tienes que estar preparado para salir de tu zona de confort. Concretamente, en el sector de la formación tenemos muchísimo trabajo por delante. Hay muchas profesiones que demandan profesionales cualificados y que, lamentablemente, no encuentran.
- Ha recibido un premio importante este año. ¿Qué piensa que vio el Colegio de Economistas en su trabajo que lo hizo merecedor de esta distinción? Pregunta difícil, realmente no lo sé, seguro que los distintos compañeros lo saben mejor. He sido muy activo con el Colegio de Economistas y tengo relación con gran parte de los colegiados y también tuve la oportunidad de estar en su primera Junta de Gobierno, de 2000 a 2004 y fui uno de sus 100 primeros colegiados necesarios para su constitución. Sí que tengo conocimiento de que mi modelo de negocio lo hago intentando centralizar toda la gestión nacional de mi empresa en Almería, poniendo en valor el talento almeriense. Yo no cambio Almería por nada, intento defender los intereses de Almería y así se lo traslado a los compañeros economistas cuando nos cruzamos en un vuelo o en algún otro evento. Creo que tenemos mucho potencial y mucho que ofrecer a la sociedad. Cuando sales de Almería y te pegas con el mundo se te quitan muchos complejos porque te das cuenta de que en Almería estamos muy preparados.
- En términos de futuro, ¿cuáles son sus metas personales y profesionales? ¿Hacia dónde le gustaría llevar su carrera? Los crecimientos tienen que ser sostenibles y me gustaría mantener esa línea. Por ejemplo, hay 267 centros de formación acreditados en Madrid que concurren a Convocatorias de Comunidad de Madrid y Alborán Formación hemos quedado en la posición 27 en uno de los rankings más reputados. En unos años esperamos estar entre los 10 más valorados. Afianzarnos e intentar liderar los mercados en los que nos hemos asentado. Para ello, sin duda, será necesario diversificar y abrirnos a nuevos servicios relacionados con la formación.
- Por último, ¿qué le diría a la gente joven? Es muy importante emprender. Poder desarrollar tu modelo de negocio te permite ser un águila en el cielo, tener esa sensación de libertad. Los empresarios estamos inmersos en una montaña rusa, es cierto, pero si emprendes puedes darle tu enfoque al trabajo que realizas. A los jóvenes les diría que lo intenten, que prueben y que en Almería hay excelentes profesionales para trabajar. Almería es una tierra en la que hay muchísimo talento. Si se quiere, se puede, pero hay que intentarlo. Tenemos el privilegio de vivir en una provincia que nos brinda una alta calidad de vida y de ser un gran motor económico y que Almería necesita que su gente emprenda y pueda contribuir al desarrollo de su provincia.
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